El 18 de junio de 2024, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció un paso clave para cumplir el compromiso del presidente Biden de promover la unidad familiar en el sistema de inmigración. El DHS establecerá un nuevo proceso para considerar, caso por caso, las solicitudes de ciertos cónyuges no ciudadanos de ciudadanos estadounidenses que han estado presentes físicamente continuamente sin admisión o libertad condicional en los Estados Unidos durante 10 años o más; no tener condenas penales que lo descalifiquen; no representar una amenaza para la seguridad nacional y la seguridad pública y pasar la investigación; son de otro modo elegibles para solicitar un ajuste de estatus; y merecen un ejercicio favorable de discreción.
Si reciben libertad condicional, estos no ciudadanos generalmente podrán solicitar la residencia permanente legal sin tener que salir de los Estados Unidos y ser procesados por un consulado estadounidense en el extranjero. El DHS estima que 500.000 cónyuges no ciudadanos de ciudadanos estadounidenses podrían ser elegibles para acceder a este proceso; en promedio, estos no ciudadanos han residido en Estados Unidos durante 23 años. Se estima que aproximadamente 50.000 hijos no ciudadanos de estos cónyuges son elegibles para solicitar la libertad condicional bajo este proceso.